Dejar de ser 'de Cristal' y Volver a Ser 'Acero': El Llamado Millennial a la Virtud y la Acción
Soy Millennial, y si hay algo que define nuestra era (y, seamos honestos, la fama que nos ha caído encima), es la etiqueta de "generación de cristal". Adoptamos la postura de la neutralidad, el "ser y dejar ser", con la utópica intención de que todos "vivamos en paz y comunidad". Pero creo que la realidad nos ha dado en la cara demasiadas veces para seguir creyendo en el cuento.
La utopía que nos vendieron mientras crecíamos (¡Disney, te estoy viendo!) no es real. Es una fachada de distracción diseñada para volvernos descuidados, zozos y, lo que es peor, sin una importancia real del uno por el otro. Hemos llegado al punto de no importar los valores e ideales virtuosos por los que de verdad vale la pena luchar.
Claro, el libre albedrío es una ventaja: cada quien adapta la filosofía de vida que quiere. Pero eso nos hace también RESPONSABLES por las consecuencias, directas e indirectas, de nuestras decisiones.
La Amalgama del Carácter: Fe, Familia y Esencia Inmutable
Por eso me siento afortunado por el camino recorrido. Han habido altibajos, sí, pero mis decisiones han sido influidas por tres factores que considero fundamentales: Dios y Su espíritu, las enseñanzas y crianzas de mis padres, y esa esencia (o alma) inmutable que permanece en mi interior. No soy alguien que cambie mucho, pero subo de nivel con cada experiencia adquirida 😁.
Mis padres no nos criaron para la comodidad (hablo en plural por mis hermanos). Nos criaron "fuertes" en el sentido de conocer la realidad del mundo: el caminar no es fácil, y hacer lo correcto, lo bueno, lo justo y lo virtuoso es difícil; pero siempre vale la pena.
Ellos nos enseñaron a:
- Cuestionar las cosas cuando no son claras o correctas.
- Amar a Dios en una comunión espiritual real, no dogmática o religiosa.
- Levantar la frente en alto y afrontar hasta las últimas consecuencias por la verdad, así se "cayera el mundo alrededor". Esto último se ha quedado fundido como una amalgama en mi interior.
Nos criaron con "un poco de hambre y un poco de frío", no por elección, sino porque fue el camino para forjar nuestro corazón, carácter y trabajar poco a poco nuestro ego. Estoy seguro de que hicieron MUCHÍSIMO más por nosotros que por ellos mismos. Con sus herramientas, nos dieron amor, enseñanzas y guía, no para ser una persona más del montón, sino para que pudiéramos mostrarle al mundo la luz, la gracia y la virtud de Dios a través de nuestras vivencias y decisiones.
La vida SIEMPRE tiene retos, unos más difíciles que otros, especialmente por elegir ser luz en la oscuridad o por "hacer lo correcto" en lugar de lo sencillo. Pero, a pesar de todo, tenemos esperanza...
El Legado de Ser "Padres de Verdad"
Mis padres no fueron perfectos, tuvieron sus miedos y sus cargas. Pero siempre los vi como esos seres diferentes, esos "guías" a los que acudía (y aún acudo 😅) cuando necesitaba consejo, apoyo o compañía. Ahora, como adulto, entiendo la responsabilidad titánica que es educar a los hijos, no solo con palabras, sino con el propio ejemplo de vida.
Los padres que se toman la labor de "ser padres de verdad" (por voluntad o porque tocó) son admirables. Merecen ser exaltados, como hoy exalto a los míos. El legado que están dejando es valiosísimo: personas virtuosas, con principios y carácter para defender las causas justas, e inteligencia y discernimiento para elegir sus palabras, acciones y decisiones. ¡Las personas que realmente necesitamos en el mundo!
Honrar, Buscar la Verdad y Elegir Lado
Sé que esto puede sonar "religioso" o "evangélico", pero créanme: no soy ninguna de las dos. Solo soy una persona que, en la búsqueda de la verdad, ha encontrado ideales y principios de vida por los cuales vale la pena esforzarse y vivir.
Esa búsqueda, que me ha llevado a abordar temas filosóficos, religiosos e incluso del cosmos, me ha ayudado a comprender un don que me fue dado: el reconocimiento y entendimiento de patrones. Y los patrones de los principios bíblicos se repiten en diversas corrientes filosóficas orientales, en estudios de agencias gubernamentales, y entre gurús espirituales. Eso sí, muchos manipulan u omiten para perseguir sus propios objetivos de control.
Pero, sin importar la motivación, considero que debemos honrar a nuestros padres por simple lógica y sentido común. Fueron el medio para nuestra existencia. Además, es un mandamiento recurrente (Éxodo 20:12; Deuteronomio 5:16; Efesios 6:2,3) que el mismo Yisús mencionó:
"Porque Dios dijo: "Honra a tu padre y a tu madre"; también: "El que maldiga al padre o a la madre, morirá irremisiblemente" - Mateo 15:4 (RVC)"
Soy consciente de que el tiempo de ser neutrales ha finalizado. Estamos en un momento donde todos debemos elegir qué "fuerza espiritual" representamos: ¿Vibramos en sintonía con todo lo que representa la luz, la gracia y los dones del espíritu; o con todo lo que representa las sombras, lo oculto y nuestro propio ego?
La neutralidad es un lujo que ya no podemos pagar. ¿Qué lado vas a elegir?




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