La tradición humana y el pacto de Dios

Desde los inicios de la humanidad la tradición humana ha sido importante. Las costumbres de los pueblos y la narración oral han sido relevantes para preservar el conocimiento y las enseñanzas de nuestros antepasados.

En el tanaj judío, se nos presenta la historia del origen divino de la humanidad y como el plano físico está regido por los principios que Dios estableció en esta realidad universal: Todo se crea primero en lo espiritual a través de la palabra (incluso desde la concepción de la idea) y luego se materializa en la realidad física.
Esto a su vez nos revela otra característica que tiene la humanidad: fuimos hechos a imagen de Dios.

Esto se reafirma con un símbolo: Adán, el primer hombre. Su historia representa el plan original de Dios para la humanidad y como el pecado (la desobediencia a Dios) causó una ruptura y una separación en la comunión continua con la divinidad (ese es el legado del pecado).

El impacto del ministerio, vida y obra de Jesús se reflejan en el nuevo pacto que se estableció en la cruz.
Jesús es el mayor símbolo de fe y el punto de encuentro entre lo divino y lo humano, a través de Él, se anuló la separación que había, justificándonos ante Dios y transformándonos en una nueva humanidad.

Jesús representa un nuevo Adán; tal como lo deja entrever Lucas al inicio de su evangelio, pues remarca como Cristo (Cristo, es la traducción literal del hebreo Mesías) vino a liderar la renovación del pacto de Dios con TODA la humanidad, no solo con los judíos (genealogía hasta David) o con Israel (genealogía hasta Abraham) JESÚS ES EL REY MESIÁNICO para todos los hijos de Adán (La humanidad).

Ese es el camino que nos mostró Jesús, uno que representa como la divinidad misma viviría una existencial terrenal.
Uno en el que, por medio de la fe en Cristo, somos justificados ante Dios y transformados en una nueva humanidad.
Esta nueva humanidad sigue un legado de amor y obediencia a Dios por fe.

Pero la humanidad "tradicional" al estar esclava del pecado permanece en un loop de desobediencia. Esto genera que la separación entre Dios y la humanidad continue, y que a su vez sea la causa de la idolatría.
nota al margen: la idolatría no solamente es de tipo religioso, es todo aquello que justificamos ante nosotros mismos como "alineado" con nuestro propósito (y con el plan de Dios) pero que verdaderamente no lo está...

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