Intento entender quién soy, pero cada pensamiento abre un nuevo abismo de preguntas. Todo está cambiando... y nada, absolutamente nada, se siente igual. Hay una incomodidad constante, una tristeza que se instala en los rincones del alma, como si el mundo que construimos se deshiciera entre mis manos, grano a grano, sin que pueda detenerlo.
Hago lo que creo correcto, me aferro con las fuerzas que me quedan, pero aun así… todo sigue desmoronándose. Día tras día. Momento a momento. Y tú… tú no dices nada. ¿Es tan fácil para ti continuar como si nada pasara? A veces me pregunto si simplemente estabas esperando este momento, el instante preciso para rendirte sin sentir tanta culpa… o si, como un ser de otro mundo, puedes apagar tus emociones cuando te conviene, actuar con frialdad hasta que sea seguro volver a sentir.
Eres lo único que deseo con el alma. Pero… ¿soy yo lo único que tú quieres? ¿Piensas en mí al despertar? ¿Tu amor te impulsa a luchar o a alejarte?
Son preguntas que solo tú puedes responder, y sin embargo, lo que más temo… es a las respuestas que mi mente inventa en tu silencio.
0 comments:
Publicar un comentario